Obrero! El vicio te conducirá a la desesperación y la locura
¡EVÍTALO! (CNT-AIT)
Estudio de Mariano Lázaro Arbués y Manuel Cortés Blanco:
ANARQUISMO Y LUCHA ANTIALCOHÓLICA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Durante la Guerra Civil Española, en la línea del frente de Huesca, las Juventudes Libertarias de Barbastro cuelgan una serie de carteles con el siguiente texto [1]:
“EL BAR: anquilosa, es el vivero de la chulería, CERRÉMOSLE.LA TABERNA, atrofia y degenera el espíritu combativo, CERRÉMOSLA.EL BAILE, es la antesala del prostíbulo, matando las energías del joven luchador, CERRÉMOSLE.CINES Y TEATROS, una misión: labor antifascista: de lo contrario, CERRÉMOSLO. Todo ser que frecuente estos lugares es merecedor del desprecio" ¡ABAJO EL PARASITISMO!” .
Analizando la prensa anarquista del momento, observamos críticas similares a los centros de diversión, “a la situación cafeteril, la obsesión por el bar y la gramola”. Bares, cafés y cabarets son percibidos como lugares defendidos y apoyados por el capitalismo, donde el vicio, “de origen y promoción puramente fascista y clerical, hace desgastar las energías de los luchadores y provoca escándalo entre aquellos que quieren ganar la guerra y hacerla revolucionaria” [2]. Incluso se producen incidentes violentos, como diversos ataques de milicianos a cafés y tabernas en Lérida, donde “pusieron las mesas patas arriba, y por poco no hicieron lo mismo con sus pacíficos concurrentes” [3]. Estos ejemplos muestran la importancia que para los anarquistas tiene en esos momentos la lucha contra el alcohol y contra los centros públicos de diversión [4].