“Precisamente por su carácter genéticamente opresivo y por las contradicciones en que continuamente incurre, el poder necesita autolegitimarse continuamente a sí mismo, de manera que su acción práctica es, a la vez, discurso autojustificativo. El discurso del poder está basado, por ello, en una interpretación aparente de la realidad, es esencialmente ideológico y taumatúrgico. Su función es la de ocultar la realidad y construir ficciones. […]. Y al igual que en los demás ámbitos de la sociedad tardocapitalista la palabra pública está regida por la competencia, el mercado y la relación de fuerzas. [...].
La tarea de autolegitimarse a sí mismo la encomienda el sistema a los intelectuales. Karl Mannheim: "En toda sociedad existen grupos sociales cuyo especial cometido consiste en suministrar a la sociedad una cosmovisión determinada. A estos grupos, los denominamos intelligentsia". Dado que la tarea de servir al poder va casi siempre acompañada de honores y recompensas, los "intelectuales orgánicos" -como los llamaba Gramsci- son, en general, los que motu proprio se apresuran a asumirla voluntariamente, sea para legitimar a regímenes totalitarios o a sistemas elegidos libremente por el pueblo soberano. Han existido y siguen existiendo intelectuales íntegros, pero mucho más numerosos son los que venden sus conocimientos al mejor postor. Eso explica que el discurso crítico y antisistémico de otras épocas haya sido sustituido en gran parte por el discurso mimético, servil y antiemancipativo de las plumas mercenarias al servicio de la mayor gloria del sistema.
Su función consiste, esencialmente, en difamar como absurdos y contraproducentes todos los proyectos redencionales de la humanidad y en hacernos creer que lo único que cuenta es el individuo atomizado y desocializado engendrado por el capitalismo avanzado".
Heleno Saña
Breve Tratado de Ética
Tremendo y lucidísimo, desencantado retrato de la realidad que nos sirven los medios al servicio del poder político, tarea de transmisión a su vez de esas entidades o grupos o lobbies no por imprecisos menos reales que tienen sometidos los mecanismos sociales del mundo. Habrá que leer —en mi caso— la obra de Saña. Gracias, Ramon, por acercárnosla.
ResponderEliminar"Correa" de transmisión quise decir, evidentemente. Pido disculpas por la errata.
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