Joan Garcia Oliver i altres companys anarquistes celebren l'èxit de la CNT-FAI en l'esclafament del cop d'Estat feixista del 17, 18 i 19 de juliol de 1936.
"Necesitamos urgentemente una revolución de las conciencias"
"Hay valores como el bien, la justicia, la amistad o la solidaridad que conservarán siempre su legitimidad intrínseca, también en períodos históricos o sociedades en las que a nivel cuantitativo desempeñen un papel marginal, como ocurre por desgracia en la actual sociedad tardocapitalista. Ésta es la gran lección moral que nos han transmitido los grandes maestros griegos, de los que en aspectos esenciales el anarquismo se nutre. Rechazar estos valores eternos implica caer en el relativismo, el historicismo, el formalismo, el oportunismo y el "todo está permitido" proclamado por Iván Karamazov".
"Noam Chomsky tenía razón. A diferencia del carácter abiertamente totalitario y coactivo de la revolución bolchevique de 1917 y de la que implantó Mao Tse Tung en China, la revolución social llevada a cabo por los libertarios españoles se basó en el principio de autodeterminación y asociación voluntaria. Si esta hazaña fue posible se debió sobre todo a la importancia que los anarquistas españoles adjudicaron desde el primer momento a la educación moral y a la cultura, a su amor a la libertad, a su sentido innato de la igualdad y a su defensa de la dignidad humana. Es en este trasfondo ético donde hay que ir a buscar la clave de las colectividades libertarias y su alto nivel de organización. Pero estas apreciaciones quedarían muy incompletas si no señalásemos que la epopeya colectivista de los anarquistas españoles fue la encarnación moderna de los valores humanistas que nuestros grandes clásicos del Siglo de Oro expresaron en sus obras, a su cabeza Cervantes, como he subrayado en mi libro y mal que le pese a cierto tipo obtuso y resentido de comunista que cree que la ciencia universal fue inventada por Carlos Marx".
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